Lo reconozco. Tengo miedo. ¿Contento? No tengo miedo de ti, ni de que ella se interponga entre nosotros. No tengo miedo de olvidarme de ti. No tengo de que te vuelvas a enamorar, solo tengo miedo de olvidarte. A olvidar tú esencia, ese olor que me persigue por las noches en las sabanas de mi cama como si fuera una pesadilla. A olvidar esos ojos y como me miraban. A olvidar como suena mí nombre en tus labios y tu bonita voz. A olvidar como pronuncias cada una de sus silabas no como si fuera la ultima palabra de tu vida, sino la única. A olvidar como me hiciste sentir en cada momento a tu lado. A olvidar tu sonrisa y a olvidar como surgía al hablar conmigo. A olvidar el tacto de tus caricias sobre mi piel y a olvidar como me gustaban. A olvidar esa llama que se encendía en mi interior cada vez que estaba junto a ti, a tu lado o a varios kilómetros de distancia. Daba igual mientras hablara contigo. A olvidar que sentía mi corazón cada vez que tus labios rozaban los míos. Y lo más importante a olvidar como te quise y como sigo haciéndolo. Tengo miedo a olvidar como te amaba y que algún día eso se acabe para siempre.
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